Patrimonio Intangible

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Los paradigmas obturan las miradas, pero nos dan sentido de pertenencia a la sociedad y seguridad. Ambas son características inconscientes de supervivencia por lo tanto se instalan para quedarse por largo tiempo, transformándose muchas veces en costumbres.

Así ocurrió con las sierras de Tandil. Durante todos estos años vimos, caminamos y disfrutamos de las sierras más viejas del mundo considerando que cada irregularidad de sus piedras eran producto de los movimientos tectónicos y de la erosión.

Pero muchos sentimos en el físico la energía de sus piedras, intuíamos que en tantas canteras abiertas se exponían el corazón de la tierra y pensábamos que piedras como movediza, centinela, el dedo de dios, el altar, el pene no eran casualidad azarosa de ningún movimiento sino muestras de una intencionalidad. Sin embargo, si realizábamos esos comentarios eran desvalorizados y hasta ridiculizados.

Desde hace años, los paradigmas se vienen resquebrajando a lo largo del mundo. Aquí nos fuimos encontrando los locos que pensábamos parecido y así comenzamos a descubrir un patrimonio intangible en las sierras de Tandil.

Somos parte del ecosistema

Aunque vivamos en la ciudad y no visitemos las sierras, todo lo que compone nuestro paisaje está modificándonos constantemente, somos parte de este ecosistema. El agua que bebemos corrió sobre estas piedras y se cargó de sus minerales, el aire que respiramos está siendo purificada por la flora de las sierras, eso nos constituye biológicamente y nos da también una identidad intangible. Por eso cuidar de nuestro entorno es en última instancia, cuidarnos a nosotros mismos.

El granito, nuestra piedra, se creó a partir de tensiones internas de la tierra, es una roca ígnea formada a partir de lava fundida extruida o que explotó en la corteza del planeta. Es material primario de la creación. Contiene cuarzo y feldespato y mica, atrapan la luz y tiene frecuencias medibles y paramagnéticas. Tiene alto nivel de resonancia que transmite y potencia las energías geomagnéticas. Nuestro ecosistema es altamente energético.

Conexión

Las piedras de Tandil constituyeron una conexión entre ciudades, personas e incluso continentes. Su explotación importó mano de obra europea y con ella llegaron nuevas costumbres y hasta sus plantas hoy pueblan las sierras (por ejemplo, la retama).

Pero también está presente una conexión con lo celestial. El calvario, con su reunión multitudinaria de gente en semana santa, es un ejemplo. Y más allá de las cuestiones religiosas es una conexión que las personas se regalan a sí mismas, porque si bien fue decayendo la cantidad de gente en los eventos oficiales, siguen viniendo para descansar, para disfrutar de actividades de relajación y contacto con la naturaleza, que es una forma de conectarse con el todo. El notorio aumento en Tandil de actividades de yoga y múltiples terapias que tienden a esta conexión van en este sentido.

Y la piedra, que nos identifica y nos rodea tiene gran influencia en que esto ocurra. El granito neutraliza los efectos negativos de las líneas telúricas tóxicas y reenergetiza el entramado magnético de la tierra, es una piedra para generar espacios sagrados y seguros.

Menhires

Se llama así a los monumentos megalíticos, realizados con piedras alargadas.

Hay tres clases de megalitos: los dólmenes con forma de mesa; los menhires, que son piedras colocadas verticalmente y aisladas, y los grupos de menhires, en círculos (crómlechs) o en alineamientos.

Aunque la función de los menhires aún es objeto de estudio, las hipótesis más aceptadas son aquellas que los relacionan con la fecundidad, el culto fálico, la astronomía o con su función de neutralizadores de energía electromagnética.

En Tandil tenemos muchísimos de ellos, pero como no fueron estudiados, hasta ahora sólo se los considera piedras paradas. Y hasta extrañamente paradas, como el caso de centinela y movediza, supuestamente a partir de los caprichos de la naturaleza. (Les recomiendo ver la película “La otra parte”)

Sin embargo, comparándonos con otros sitios arqueológicos del mundo podemos descubrir que allí hubo una intencionalidad y que es tiempo de admirarlos y preservarlos. Muchos de ellas han sido sacados de los sitios originales y re utilizados en señalamientos como por ejemplo los de Calvario.

Construcciones

Si recorremos las sierras dejando de lado la idea del azar y los caprichos de la naturaleza y miramos sus piedras pensando en la posibilidad de la existencia de una civilización muy muy antigua nos sorprenderíamos.

Para que ustedes lo hagan con sus propios ojos los invitamos a recorrer la próxima galería de imágenes.